El Cardenal John Henry Newman (Londres, 1801-Birmingham, 1890), desde el 19 de septiembre de 2010 Beato Juan Enrique Newman, es un personaje clave del cristianismo, un ejemplo extraordinario de búsqueda de la verdad, que lo llevó de los éxitos universitarios en el Anglicanismo a la aventura de la conversión a la fe de la Madre Iglesia católica. Dios, y su Iglesia, premió su desprendimiento de honores y dignidades que dejaba atrás para abrazar la fe católica: en vida, con el cardenalato, en 1879; y ahora, con la beatificación por Benedicto XVI. Fue el alma del Movimiento de Oxford, tan actual en nuestro tiempo, cuando tantos anglicanos tienen puestos los ojos en la Iglesia de Roma. El profesor agustino, Pedro Langa, es uno de los más reconocidos especialistas en el Cardenal Newman. Y en esta obra, que aparece con motivo de su beatificación, nos ofrece las distintas perspectivas del Beato Juan E. Newman: el hombre, el convertido, el cardenal, el eclesiólogo, el pensador...Para pasar a consideraciones en torno al gran cardenal: newmanismo, el Movimiento de Oxford, fe y razón, en los altares, irradiar a Cristo. Una obra definitiva y actualísima, sobre un gran personaje que trasciende con su ejemplo y sus escritos el tiempo y el espacio, y que la Iglesia nos propone como moedelo de seguimiento fiel a Cristo
San Ignacio de Loyola (1491-1556) es el español universal, por su personalidad, por sus escritos y por su obra. La personalidad del vasco Íñigo López de Loyola, que después de una juventud desordenada se dedica a la búsqueda incesante de Dios, llega a convertir al buscador en lo que será Ignacio de Loyola: el compañero de Jesús. Entre sus escritos destaca una de las obras que más bien han hecho a la humanidad en los últimos cinco siglos: los Ejercicios Espirituales. Su obra, la Compañia de Jesús, gigantesca no sólo por números y volumen, sino sobre todo por profundidad espiritual, camino de santidad, intrepidez misionera, estudio y difusión de ciencias y sabiduría. Ignacio Iglesias, el jesuita autor de esta vida del Padre Ignacio, era uno de los mejores conocedores de su vida y de sus obras. A los pocos meses de terminar de escribirla, moría santamente en septiembre de 2009: es su última obra y, seguramente, la más lograda