Se trata de aprender a creer en un tiempo en el que la fe ya no es para muchos algo obvio, una realidad que impregna la vida entera desde la cuna hasta la muerte, sino una decisión libre, a veces dolorida, a menudo contrastada, y siempre por renovar. En este contexto, aprender a creer puede significar caer en la cuenta de las razones sobre las que descansa la fe. Sólo si el acto de fe es intelectualmente honesto y moralmente responsable, podrá hablarse de una fe adulta y hasta respetuosa con quienes dudan o no creen.
"He escrito estas páginas teniendo en cuenta el hecho de que hoy... no podemos contar ya... con un "catecumenado social" constituido por la realidad ambiental. Pero tampoco tenemos que enfrentarnos con una hostilidad preconcebida ni con una actitud de desdén frente a la religión en general y la fe cristiana en particular.
Estas páginas quieren ser una modesta aportación que ofrezco a todos los que hoy se preguntan por la "solidez" del fundamento de esa fe en la que se iniciaron en su infancia y que quizá no han tenido la posibilidad de cultivar a continuación... Si el cristiano se atreve a apostar por su fe, no lo hace porque sí, sino porque tiene y conoce razones válidas para hacerlo".
FRANCISCO ARDUSSO, Doctor en Teología y Licenciado en Ciencias Bíblicas, es Profesor de Teología Fundamental y de Teología Dogmática en la Facultad Teológica de Italia Septentrional. Colaborador y encargado de la sección de teología fundamental del Diccionario Teológico Interdisciplinar (4 vols., Sígueme, Salamanca 1982-1983), y del Nuovo Dizionario di Teologia (Ed. San Paolo, 1991), ha sido reelegido varias veces par el consejo de presidencia de la Asociación Teológica Italiana.