Entre mensajes de móvil, deberes, pósters, canciones, partidos, motos, miradas y sonrisas se encuentra Leo, un joven inmerso en eltorbellino de la adolescencia.Leo tiene un enemigo: el color blanco. Porque para Leo todas lasemociones tienen un color, y el blanco es la ausencia, la soledad y la pérdida. El azul es el color de la amistad y el de los ojos deSilvia, su mejor amiga, leal y serena, su apoyo constante. El rojo, en cambio, es el color del amor, de la pasión, de la sangre: rojo es elcolor de los cabellos de Beatrice.Cuando Leo descubre que Beatrice está enferma y que su enfermedad está relacionada con ese blanco que tanto le asusta, deberá buscar dentrode sí mismo, sangrar y renacer para entender que los sueños no tienenfin y que siempre hay que encontrar el coraje para creer en algo másgrande.«¿Por qué leerlo? Porque lo tiene todo: un estilo impactante y elencanto de una historia de iniciación a la vida.»La RepubblicaUna gran novela de formación, auténtica y vibrante sobrela fragilidad y la fuerza de la adolescencia.Alessandro D’Avenia(Sicilia, 1978) es doctorado en letras clásicas, da clases en uninstituto y es guionista. Blanca como la nieve, roja como la sangre es su primera novela.