El hombre tiene una gran «sed» de infinito, pero vive prisionero de su finitud. ¿Quién le librará de esta condición?
Partiendo de esta experiencia paradójica, presente en los hombres de todo tiempo y cultura, y de la pregunta radical que surge de ella, Angelo Scola, Arzobispo de Milán, nos presenta de forma sencilla y directa cuál es el corazón de la propuesta cristiana y de qué modo desafía nuestra cultura actual, «en la que se cree que podemos salvarnos por nosotros mismos o que podemos acomodarnos tranquilamente en la finitud».
«El autor de esta obra, rigurosa en su contenido y muy cuidada en la forma, quiere formular la experiencia religiosa de modo que resulte seductoramente inteligible por nuestros contemporáneos y, especialmente, por los jóvenes universitarios» (Del prólogo de Monseñor Osoro).
Angelo Scola nació en Malgrate, Italia, en 1941. Obtuvo su doctorado en filosofía con su tesis sobre filosofía cristiana en 1967 en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán. Posteriormente estudió teología en los seminarios de Saronno y de Venegono, doctorándose por la universidad suiza de Friburgo. Fue ordenado sacerdote en 1970. Fue director del Instituto de Estudios para la Transición de Milán, y miembro del comité ejecutivo de la edición italiana de Communio. También colaboró con la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 1986 hasta 1991. En 1991 fue ordenado Obispo de Grosseto, pasando en 1995 a ser rector de la Pontificia Universidad Lateranense. En 2002 fue nombrado Patriarca de Venecia por Juan Pablo II, quien le creó Cardenal en 2003. Desde 2011 es Arzobispo de Milán. Entre sus obras más importantes publicadas en castellano destacan Identidad y diferencia; Hans Urs von Balthasar: un estilo teológico; La cuestión decisiva del amor: hombre-mujer; Eucaristía, encuentro de libertades; Luigi Giussani: un pensamiento original; Una nueva laicidad y Buenas razones para la vida en común, todas ellas publicadas por Ediciones Encuentro.