Estuvo a punto de ahogarse en el agua de su bautismo, pero morirá en las cámaras de gas de Ravensbrück por ayudar a los judíos. La vida de la Madre María Skobtsov (1891-1945) es toda una novela. Épica, trágica. Estrella de los salones literarios de San Petersburgo, socialista-revolucionaria encargada de asesinar a Trotski, alcalde de una villa a orillas del mar Negro, exiliada en Europa, madre de tres hijos, ella lo ha vivido todo. Tentada por el ateísmo tras la muerte de su padre, fue visitada por Dios con ocasión de la muerte de su hija Anastasia. Casada y divorciada dos veces, toma el hábito monástico en 1932.
Pero en vez del desierto del claustro prefiere el desierto de los corazones consumidos por la historia. En lugar de la disciplina del convento, la bohemia de una vida entregada al soplo imprevisible del Espíritu. ¿Su meta? Vencer la desmesura. ¿Su regla? Darse totalmente, vivir la compasión hasta la locura de la Cruz. En París ella será la madre de todos los heridos por la vida, vagabundos, locos y perseguidos.
Y sin embargo Madre María también fue teóloga y artista. Como signo de su fe y de su lucha, ha dejado iconos, diseños y textos elocuentes sobre los fundamentos místicos de la relación con el otro, la espiritualidad y la acción social, el sentido del trabajo, el monaquismo en el mundo, la libertad en la Iglesia, el acto creador. Estela de una vida y de una reflexión poderosamente inspiradoras, este libro quiere ser el eco de la llamada, profética y provocadora, que Madre María había deseado ser.