La "Oratio catechetica magna" de Gregorio de Nisa, escrita hacia el año 386, que ahora aparece en lengua castellana, es una de las síntesis más exactas de la dogmática cristiana de los primeros siglos. Tiene una originalidad propia.
Mientras que las demás síntesis de este tipo (dejando a un lado la "De catechizandis rudibus", de san Agustín) estaban dirigidas, en la mayoría de los casos, a la enseñanza de los catecúmenos en las principales verdades de la fe, con vistas al bautismo, y se dirigían directamente a los iniciados y a los fieles para instruirles sobre los fundamentos de la doctrina evangélica, la "Oratio catechetica magna" está dirigida a los "dirigentes eclesiásticos", a los maestros o "catequistas", que en la Iglesia tenían la misión de promover en los creyentes una adecuada formación sobre el patrimonio doctrinal de la tradición apostólica teniendo en cuenta las tendencias heréticas en el interior del cristianismo y las dificultades que provenían del ambiente pagano o judío.
Gregorio teje una magistral síntesis teológica adaptada a las instancias fundamentales de su época, respondiendo, sin el menor tono polémico, a las objeciones que se le hacían a la fe cristiana.
Así pues, trata los grandes temas de la dogmática: el misterio trinitario, la creación del hombre, el origen y naturaleza del mal, la encarnación del Verbo, la redención del hombre, los sacramentos del bautismo y de la Eucaristía, la necesidad de la fe y de la conversión interior, para concluir con los fines últimos del hombre