El presente volumen pretende ofrecer un conocimiento, un poco más adecuado, del nacimiento, la evolución y el desarrollo de la comunidad cristiana en Mesopotamia; pero también de su belleza, de las crisis y de las humillaciones sufridas, que explican, en el contexto sociopolítico, la enorme fortaleza y el testimonio de fe, incluso en las actuales persecuciones. La comunidad cristiana, como comunidad que se remonta a la era apostólica, lleva consigo el bagaje de veintiún siglos de amor a Cristo y a la Iglesia y está dispuesta a dejar todo, antes que plegarse al vencedor de turno. Es una Iglesia heroica, como acostumbran a definirla Benedicto XVI y el papa Francisco. Sin ella esta región no sería la misma. Pero no se puede dejar de pensar también en las otras minorías étnico-religiosas, a menudo perseguidas y que aquí sufren. En esta tierra, en efecto, existe un mosaico de nacionalidades, de religiones, de confesiones, sin las cuales estaría destruida para siempre; lo cual es reconocido también por eminentes autoridades musulmanas y por simples ciudadanos. Y esto es positivo. Pero es necesario facilitar la permanencia y la vida de las minorías. Este libro nace para dar testimonio de esas víctimas; de las mujeres y los hombres cristianos y no cristianos, a los que hay que dar gracias por su coraje, como también hay que dárselas a cuantos, con sacrificio y amor, hacen menos pesados sus miedos y sus preocupaciones. Que jamás disminuya en ellos el coraje y, juntamente, la esperanza
El cardenal Fernando Filoni (Mandu­ria, diócesis de Oria, 1946) fue ordenado sacerdote el 3 de julio de 1970 para la diócesis de Nardo. Es doctor en Filosofía y Derecho Canónico. Entró en el servi­cio diplomático de la Santa Sede el 3 de abril de 1981; ha ejercido su ministerio en las representaciones pontificias de Sri Lanka e Irán, luego en la Secretaría de Estado durante algunos años y más tarde en Brasil y Hong Kong/China. El 17 de enero de 2001 fue elegido para la sede ti­tular de Volturno, con dignidad de arzo­bispo y nombrado Nuncio Apostólico en Jordania e Irak. Recibió la ordenación episcopal del papa Juan Pablo II en la Basílica Vaticana, el 19 de marzo de 2001. El 25 de febrero de 2006 fue nombrado Nuncio Apostólico en Filipi­nas. El 9 de junio de 2007 el Santo Padre Benedicto XVI lo nombraba sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado y posteriormente, el 10 de mayo de 2011, Prefecto de la Congrega­ción para la Evangelización de los Pue­blos. Fue creado cardenal por Benedicto XVI en el Consistorio público del 18 de febrero de 2012.
Traducida del original italiano (La Chiesa in Iraq. Storia, sviluppo e missione, dagli inizi ai nostri giorni) por Pablo Cervera Barranco.
Edición patrocinada por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso y por las Obras Misionales Pontificias de España.