Publicada hace más de 80 años, esta novela obtuvo reseñas muy elogiosas. "Una novela encantadora", declaró el Daily Telegraph, "una pequeña obra de arte", podía leerse en el Sunday Express. En Estados Unidos, se decía que "desde Dickens, nada se había acercado tanto a las entrañas del genuino espíritu inglés". En ella se narra el viaje en tren hacia la costa de una familia y sus dos semanas de vacaciones yendo a la playa cada día. Sherriff tuvo la idea mientras pasaba unos días en la ciudad turística de Bognor Regis, mirando a la multitud ir y venir, preguntándose cómo serían sus vidas... "Me entró entonces el gusanillo de coger una familia cualquiera de aquellas y construir una historia imaginaria sobre sus vacaciones junto al mar... Quería escribir sobre gente sencilla, descomplicada, en su vida normal".
Con su prodigiosa capacidad de observación, R.C. Sherriff consigue convertir en universal la vida ordinaria, pero llena de matices, de una familia sencilla. Este pequeño corte en la capa superficial de su día a día nos muestra de modo magistral la belleza que reside en lo cotidiano y en el mundo fascinante que hay detrás de cada persona.
"Me he enamorado de este libro y lo releo con frecuencia. Es un libro extraordinario sobre todo: la familia, la ambición, el sacrificio, el primer amor... Consigue conmover sin recurrir al sentimentalismo y es una descripción exquisita y llena de matices de un lugar y una época perdidas". Kate Morton, autora de El jardín olvidado.
R.C. Sherriff, (1896-1975) trabajó en las oficinas de una compañía de seguros hasta que, al principio de la Primera Guerra Mundial, resultó gravemente herido en 1917 y fue condecorado con la Cruz Militar. Después de la guerra, empezó a escribir obras de teatro. Fin de jornada (1929), basada en las cartas que escribía a casa desde las trincheras, tuvo un enorme éxito y se convirtió en un clásico internacional. En los años treinta, ya escritor a tiempo completo, fue a Hollywood para escribir el guión para El hombre invisible y para otras películas tales como Adiós, Mr. Chips, Misión de valientes, etc.
La quincena de septiembre (1931) fue su primera novela, que también tuvo un éxito arrollador: los 10.000 ejemplares de la primera edición se agotaron en una semana. Obtuvo numerosas críticas muy elogiosas, traduciéndose a varios idiomas.