El horizonte esperanzador que ofrecen los avances en la investigación sobre el genoma humano implica una mejora realmente importante en las expectativas de vida del ser humano, tanto en lo que se refiere a su calidad, como en lo que atañe a su pro�longación. De un lado, estas infinitas posibilidades que se abren ante nuestros ojos son motivo de optimismo. De otro, surge inevitable la inquietud hacia las posibles consecuencias a las que podría abocarnos una mala interpretación de los valores en juego o, simplemente, un uso inadecuado de estos nuevos conocimientos y de las tecnologías que surgen a su sombra.
Ni la Ética ni el Derecho han permanecido ajenos a estas reflexiones. El mayor problema que existe en lo que a este punto se refiere, reside en que ni el ético ni el jurista pueden desarrollar su tarea si no es con la cooperación del científico. No ya sólo por la extrema complejidad que encierran los mecanismos de la vida y de las propias investigaciones científicas en curso o que podrán iniciarse en un futuro no muy lejano, sino también por la circunstancia de que unas medidas jurídicas que ignoren la opinión común de la comunidad científica y de la propia sociedad difícilmente serán aplicadas de forma eficaz. Esta monografía pretende hacer frente a la realidad descrita desde un enfoque multidisciplinar y para ello se ha contado con un conjunto de cualificados autores que abordan estos tres diferentes aspectos: científico, jurídico y (bio)ético.
El Proyecto Genoma Humano (PGH) constituye un ejemplo paradigmático, en concreto ahora, gracias a las nuevas líneas de investigación genética a que ha dado lugar su culminación, así la proteómica y la farmacogenética. Entre sus múltiples aplicaciones, en el campo de la salud es destacable el diagnóstico de las enfermedades genéticas y la posibilidad de realizar una medicina individualizada, que es la disponibilidad de medicamentos más adaptados tanto a las características propias de la patología que se quiere tratar o prevenir cuanto a las del propio paciente, de tal manera que se gane en eficacia y eficiencia, al tiempo que se reduzcan al máximo cualquier riesgo de eventos adversos. En esta línea, los estudios sobre farmacogenómica y farmacogenética abren inmensas perspectivas de mejora en la salud de los pacientes, pues gracias a ellas también será posible el desarrollo de una medicina personalizada, mediante fármacos adaptados a las características genéticas de aquéllos.
Estas iniciativas surgidas en el seno puramente científico reclaman una reflexión en la esfera de lo jurídico, como es la configuración de un marco regulativo capaz de proporcionar a los operadores jurídicos, y muy particularmente al legislador, supranacional, estatal o autonómico, un conjunto de pautas de decisión tanto formales como sustantivas que le permitan la intervención normativa (que debe estar caracterizada por el principio de intervención mínima) de las actividades investigadoras, especialmente en nuevos escenarios en donde se ponen en juego derechos fundamentales a los que el propio legislador, como el resto de los poderes públicos, están sometidos y comprometidos. En clara ligazón con el derecho fundamental a la investigación científica destaca su incidencia en los derechos de propiedad intelectual e industrial. Existen, por ende, dos formas básicas de protección de los resultados de la investigación en genética: propiedad Intelectual, de la creación científico-técnica, y propiedad Industrial, de las invenciones resultantes de dicha creatividad o producción científico-técnica, siendo la modalidad de la patente su piedra angular, por cuanto es la que otorga una mayor protección, si bien limitada en el tiempo.
Por otro lado, estos avances de la Medicina que van aportando las investigaciones genéticas en curso, no deben poner nunca en riesgo el respeto por la dignidad, la libertad y los derechos de la persona humana, así como la prohibición de toda forma de discriminación fundada en las características genéticas. Para reforzar estos valores y principios, en un sector de investigación de vanguardia como es el de la Biología molecular, el papel de los Comités de Ética de la Investigación resulta fundamental. Los comités evalúan tanto estudios genéticos (estudios farmacogenómicos y farmacoge�néticos antes aludidos) presentados de forma independiente, como también ensayos clínicos en los que el objetivo principal es el análisis genético o subestudios de ensayos clínicos con medicamentos.
Como colofón, y siguiendo lo que es una seña de identidad en las publicaciones de la Cátedra, se ofrecen, por tanto los aspectos científico, ético y jurídico que permiten obtener una visión global completa, de manera que la aproximación multidisciplinar es uno de los factores de interés de la obra.
Esta publicación, es un resultado más de los seminarios monográficos que viene desarrollando ininterrumpidamente desde 1997 la Cátedra Interuniversitaria de Derecho y Genoma Humano, en el que participan reconocidos especialistas españoles y extranjeros (de ahí que la obra incluya artículos en versión original inglesa) de las diversas materias tratadas.
Por último, dejamos como siempre constancia de que tanto el seminario que dio origen a esta monografía, como su publicación, han sido posibles gracias al desarrollo del marco docente y de investigación que representa la Cátedra Interuniversitaria de Derecho y Genoma Humano, creada por la Fundación BBVA, la Diputación Foral de Bizkaia, la Universidad de Deusto y la Universidad del País Vasco, que en la celebración de aquel seminario contó además con el apoyo del Ministerio de Educación y Ciencia y del Gobierno Vasco.