Después de la buena acogida que tuvieron los dos volúmenes publicados por Ciudad Nueva con las catequesis de Benedicto XVI sobre los Padres de la Iglesia, la presente obra ofrece las nuevas catequesis sobre las grandes figuras, tanto hombres como mujeres, que a lo largo de la época medieval embellecieron e iluminaron la Iglesia.
Aunque Ciudad Nueva es reconocida sobre todo por la difusión de la literatura patrística, no ha tenido ningún empacho en recoger en el presente volumen estas catequesis del periodo medieval, pues la claridad del lenguaje y la singular pedagogía con las que el papa ilumina este periodo de la vida de la Iglesia han hecho difícil sustraerse a la tentación de publicarlas y de darles la difusión que se merecen.
Si hubiera que calificar con una palabra el contenido de estas enseñanzas, posiblemente el término más adecuado sería «luminosas». Y es que, mediante estas lecciones, el Papa no hace sino mostrarnos a estos maestros y místicas que, como los grandes ventanales de una catedral gótica, han arrojado una poderosa luz sobre el interior de la iglesia, sobre el misterio de la iglesia: de la Edad Media y de todos los tiempos.
br> Completa el volumen una síntesis cronológica de los siglos IX al XV.
De la presentación:
Bernardo de Claraval, Francisco de Asís, Domingo de Guzmán, Tomás de Aquino, Buenaventura, Alberto Magno, Catalina de Siena, Hildegarda de Bingen, Brígida de Suecia, Clara de Asís… son algunas de estas figuras que como verdaderos testigos de la fuerza transformadora del Evangelio, han gritado con sus vidas que Cristo puede alumbrar la desesperanza del momento.
Y Benedicto XVI no lo hace con la teoría o con un razonamiento lógico impecable –a los que nos tiene ya acostumbrados–, sino a través de la vida de hombres y mujeres que ya han sido alcanzados y transformados por esa luz renovadora.
Benedicto XVI decía en 2008:
«Solamente desde dentro, desde la experiencia de la fe y de la vida eclesial, es como vemos a la Iglesia tal como es realmente: llena de gracia, esplendorosa por su belleza, adornada por los múltiples dones del espíritu.