El libro se propone ayudarnos a pensar mejor y a tomar mejores decisiones. Para ello, hace un balance de la aventura intelectual del hombre en Occidente, explicando el desarrollo de la racionalidad a través del ejercicio de la duda, ya que disciplinas como la filosofía, la ciencia y la psicología consideran que la duda y la superación de la misma constituyen el instrumento metodológico y de toma de decisiones por excelencia.
Pero, ¿qué sucede cuando intentamos aplicar en “piensocentrismo” en la práctica, en la vida cotidiana, ante elecciones y decisiones que no pueden resolverse por medio de la lógica y del razonamiento más estricto? Pues lo que ocurre es que caemos en una trampa, en un autoengaño, en una verdadera “psicopatología de la vida cotidiana”: tenemos la ilusión de poder resolver una crisis amorosa, una decisión crucial confiándonos al poder de la razón o bien, en el extremo opuesto, buscamos la certeza en las “verdades reveladas”, ya sean religiosas, científicas o ideológicas.
En algunas ocasiones, “el pensar” deja de ser un instrumento infalible para convertirse en un obstáculo insuperable, fuente de incertidumbre o incluso de sufrimiento psicológico, hasta el punto de asumir formas patológicas que acaban por bloquear al sujeto.
En estas páginas Giorgio Nardone adapta este planteamiento a la investigación psicológica, y propone soluciones terapéuticas “centradas en el problema” e inspiradas en el modelo de la terapia breve estratégica. Puesto que, para el autor, es necesario “reorientar” estratégicamente el pensamiento para descubrir su potencialidad: en vez de obstinarnos en buscar las respuestas, lo que debemos hacer es preocuparnos por formular mejor las preguntas.