Los Padres de la Iglesia estaban convencidos de que los tres libros del Antiguo Testamento conocidos como Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares habían sido escritos por Salomón; en la actualidad, sin embargo, la mayoría de los exegetas rechazan esta tesis. Desde el punto de vista de los Santos Padres, la más elevada sabiduría acerca de los temas fundamentales de la vida –antes del tiempo en que Dios se hizo hombre en Jesucristo– se encontraba en estos libros. Y al igual que hicieron en el resto del Antiguo Testamento, también en estos escritos detectaron fácilmente prefiguraciones y alusiones referentes a Cristo y a su Iglesia, que mostraban la importancia de la Palabra de Dios para los cristianos de su tiempo. Entre todos los comentarios al Eclesiastés que han llegado hasta nosotros, destacan por su profundidad las ocho homilías de Gregorio de Nisa, aunque cubren sólo los tres primeros capítulos del libro. Junto a Gregorio, los Padres más citados en este volumen son Agustín, Ambrosio, Gregorio el Grande, Orígenes, Juan Casiano, Juan Crisóstomo, Atanasio, Beda el Venerable y Jerónimo. Por otra parte, encontramos también un amplio número de autores, entre ellos Gregorio Nacianceno, Basilio el Grande y Cirilo de Jerusalén, cuyos textos también están citados en este volumen, si bien en menor número que los anteriores.