La religiosidad popular es tan tenaz como, en alguno de sus aspectos, inexplicable. Pero ahí está, firme y viva en medio del proceso de secularización, en tiempos de indiferencia, cuando se anuncia la salida de la religión. El cardenal de Sevilla, D. Carlos Amigo, nos dice, desde su experiencia de pastor cercano a ella, que se trata siempre, más allá de los elementos más exagerados o supericiales, de una relación con el misterio de Dios, de Jesucristo, de la Virgen María y de los Santos, relación que tiene su origen desde el pueblo y para él. Por eso nos habla de su actualidad y vigencia, de lo que es, de sus formas y variantes, de su relación con la teología, de sus principales manifestaciones en Semana Santa, la eucaristía, María..., de lo que ha dicho el Magisterio sobre ella, de las hermandeades y cofradías, de la importancia de las imágenes. Y no excluye tampoco una valoración crítica al mismo tiempo que hace una prospectiva de futuro y le señala unas líneas pastorales.