Gheorghiu relata con trazos fuertes y vivos la historia de San Juan Crisóstomo, un hombre dotado de excelsas cualidades, que las puso al servicio de Dios.
San Juan Crisóstomo (Antioquía 347-404) es uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia de Oriente y uno de los tres pilares de la Iglesia ortodoxa con Basilio y Gregorio. Famoso por su predicación y su teología, su vida no fue tranquila y estuvo implicado en algunos de los acontecimientos más importantes de su época.
Bautizado a los 23 años, fue el discípulo preferido del filósofo Libanio, al que abandonó por una vida de ascetismo extremo. Fue ordenado sacerdote y más tarde Obispo de Antioquía, dedicándose intensamente a la predicación. Su fama y elocuencia le llevaron a ser nombrado Patriarca de Constantinopla, a donde tuvo que ir escoltado porque el pueblo de Antioquía no le dejaba marchar.
En la capital del Imperio estuvo en contacto directo con los Emperadores y las más altas autoridades. Su denuncia contundente e incluso temeraria de los abusos y pecados le granjeó fuertes oposiciones civiles y eclesiásticas. Se llegó a alzar un Concilio en su contra. Fue depuesto y vuelto a reponer. Finalmente, desterrado por el emperador Teodosio, y sin que las protestas del Papa Inocencio sirvieran de nada, murió mientras le conducían a su destino en lo más remoto del Imperio.
Virgil Gheorghiu relata con trazos fuertes y vivos la historia de este gran santo, dotado de excelsas cualidades humanas, que puso completamente al servicio de Dios.
Virgil Gheorghiu nació en Rumanía en 1916 y murió en París en 1992. Su padre era sacerdote ortodoxo. Estudió filosofía y teología en las Universidades de Bucarest y Heidelberg. Se casó en 1939 con Ecaterina Burbea. Entre 1942 y 1943, durante el régimen del General Ion Antonescu, trabajó para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rumanía como secretario de embajada. Se exilió voluntariamente cuando los rusos entraron en Rumanía en 1944, posteriormente fue arrestado por las tropas americanas y, después de años difíciles, liberado. Se estableció en Francia en 1948. Un año más tarde publicó la novela ´La Hora 25´, que alcanzó resonancia mundial. Se vendieron más de 1 millón de ejemplares y fue llevada al cine en los años 60. Fue ordenado sacerdote de la iglesia ortodoxa rumana en París en 1963. En 1966, el patriarca Justiniano le concedió la cruz del patriarcado rumano por sus actividades litúrgicas y literarias.