La sexualidad es un don que hay que respetar de acuerdo con la intención del Creador, que ha querido dar al hombre la posibilidad de expresar la riqueza de su ser.
"La sexualidad -afirma el cardenal Ratzinger en la Introducción de este libro- no es una facultad humana cualquiera, sino un don que hay que respetar de acuerdo con la intención del Creador, que ha querido dar al hombre la posibilidad de expresar la riqueza de su ser. En este campo delicado, más que en ningún otro, la conducta humana no puede fragmentarse dejándose arrastar por cualquier solicitación del momento, sino que debe adecuarse a la estructura profunda de su ser, para poder crecer en la plenitud de la comunión personal".
Por eso, la Congregación para la Doctrina de la Fe elaboró la Declaración Persona humana, publicada en 1975, con la aprobación del Papa Pablo VI, abordando cuestiones como las relaciones prematrimoniales, el recurso a los anticonceptivos, la homosexualidad o la masturbación. El hedonismo y el relativismo predominante en muchos ambientes, ha contribuido, estos últimos años, a deformar las conciencias, haciendo necesaria esta clarificación del Magisterio.
Además del texto de la Declaración, el lector encontrará certeros comentarios realizados por diversos especialistas que analizan este documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de gran actualidad e interés para todos los cristianos y personas de buena voluntad.