En mi anterior libro Teodicea. Itinerarios del hombre a Dios (2013), quise trazar unos caminos de acceso a Dios. Este libro no trata, pues, de los itinerarios cambiantes (aunque muy valiosos) de los hombres que salen en busca de Dios, sino del itinerario de Dios, que, según la Biblia y la fe de la Iglesia, ha querido venir a los hombres, compartiendo con ellos su existencia, en Jesús, por el Espíritu, con pleno respeto, sin avasallarlos ni imponerles su presencia. Esta es la más fascinante de todas las historias, el relato del Dios que, siendo infinito (y por serlo), ha querido hacerse caminante con los hombres, encarnándose en Jesús y siendo Espíritu de Vida en la vida de la humanidad. A partir de esa experiencia de Dios he querido escribir este libro, entendido como apuesta a favor de la Trinidad, un libro sobre el Dios que se introduce en nuestra historia no como un intruso o un vigilante, sino como verdad y contenido más profundo de esa misma historia. Este es el libro de los hombres que quieren aprender y compartir el camino de Dios, por medio de Jesús, en Espíritu y Vida.