El rey Salomón pedía a Dios que le concediese un corazón inteligente. Debido a los tiempos que corren y al siglo XX vivido, Alain Finkielkraut estima que tal oración sigue manteniendo toda su vigencia. Ante la imposibilidad de acudir a Dios, que calla, o a la Historia, decide recurrir a la literatura para conseguirlo. Elige La broma, de Milan Kundera; Todo fluye, de Vassili Grossman; Historia de un alemán, de Sebastian Haffner; El primer hombre, de Albert Camus; La mancha humana, de Philip Roth; Lord Jim, de Joseph Conrad; Apuntes del subsuelo, de Fedor Dostoyevski; Washington Square, de Henry James; y El festín de Babette, de Karen Blixen. Alain Finkielkraut nos brinda en El corazón inteligente un ensayo filosófico sobre las novelas que le han ayudado a hacer más comprensible el mundo de hoy, dentro del marco de su reivindicación de la literatura como una forma de conocimiento tan válida como la filosofía o las demás ciencias sociales. A través de sus lecturas, Alain Finkielkraut intenta descifrar los enigmas de nuestras sociedades e interpretarlos por medio de sus comentarios. El arte, la democracia, la identidad, el dogma religioso, la civilización, el fracaso cultural, los recursos de la tiranía, los totalitarismos..., van apareciendo y entretejiéndose con sus análisis literarios. Todo en un estilo ameno, salpicado de anécdotas, guiños culturales y comentarios plenos de actualidad, cuyo resultado final, además de la reflexión, es una invitación a leer, o releer, las obras que forman el canon literario de Finkielkraut.<br/