La afirmación evangélica de que el Padre ha ocultado los misterios del Reino a los sabios e inteligentes y se los ha revelado a los pequeños y a la gente sencilla (Mt 11,25; Lc 10,21) no parece haber sido tomada muy en serio ni por la Iglesia institucional ni, concretamente, por la teología. La pregunta escéptica de Felipe a Natanael de «si de Nazaret podía salir algo bueno» (Jn 1,46) parece resonar todavía hoy en muchos ambientes eclesiales.
Este libro, vivido y escrito desde Bolivia, quiere tomar en serio la importancia evangélica y teológica de los pequeños y sencillos. Estos sectores insignificantes, a pesar de vivir muchas veces una fe informal al margen de la Iglesia oficial y tener que afrontar hoy nuevos desafíos ante un mundo en cambio profundo, constituyen un germen esperanzador y una alternativa evangélica en estos momentos de profunda crisis de credibilidad eclesial. La fe de los insignificantes nos puede ayudar a ir edificando entre todos, con la ayuda del Espíritu de Jesús de Nazaret, una Iglesia menos «davídica» y más nazarena.
Los capítulos más teológicos del libro se alternan con interludios narrativos que son como pequeñas rendijas a través de las cuales se puede escuchar el rumor de la fe del pueblo sencillo.
Es un libro a la vez cristológico y pneumatológico, eclesial y mariano, espiritual y pastoral, popular y narrativo, accesible a grandes sectores de la Iglesia que creen que otra Iglesia es posible y necesaria.
VÍCTOR CODINA (Barcelona 1931), doctor y profesor de teología durante 20 años en Cataluña, reside desde 1982 en Bolivia, donde ha alternado el trabajo de docencia teológica en la Universidad Católica Boliviana (ISET, Cochabamba) con trabajos más pastorales de formación de laicos, colaboración en parroquias populares y acompañamiento a comunidades de base en Oruro, Santa Cruz y Cochabamba. Ha dictado cursos de teología en Universidades de Brasil y El Salvador y ha tenido actividades de animación teológica en casi todos los países de América Latina.