«Pues sí, cuando a alguien le dices que tienes una familia numerosa, las caras son indescriptibles y las preguntas, muy divertidas, aunque nada originales: “¿con la misma mujer?, ¿te sabes los nombres de todos? La cena de Navidad será tremenda, ¿no? Lo mejor que se puede decir de este libro es que es “animante”. Un libro que anima, optimista y necesario, porque, en confianza, hay demasiados cenizos sueltos por ahí».
Del prólogo de Leopoldo Abadía.