El Papa Benedicto XVI, al elegir este nombre, quiso recordar la inmensa tarea y el ejemplo de San Benito, patrón de Europa y fundador del monacato occidental, y ponerse bajo su protección.
Las calles de Roma están rebosantes de gente, contemplando la entrada triunfal de Teodorico, el "bárbaro" rey godo, que ha conquistado la Urbe. De repente, un muchacho se lanza a la calzada e intenta apuñalar al rey con un estilete. Al lado mismo de la Guardia del Rey, el chico es agarrado y llevado a un lugar seguro por otro joven. El muchacho es Peter, hijo adoptivo de Boecio, el noble filósofo romano. El que impide la acción es Benito, un estudiante, que después será tutor de Peter y tratará por todos los medios de convencerle para que desista de su propósito asesino. Así empieza esta trepidante historia que lleva a Benito, desde una desilusionante amistad con una bella mujer de Roma, a los años de su retiro eremítico y a su gigantesca labor de establecer comunidades religiosas que fueron verdaderas "Ciudadelas de Dios".
En ese mundo nuevo y salvaje, que debía ser civilizado, Benito, hijo de una noble familia romana, realizó una admirable tarea al servicio de la Iglesia y de la cultura europea a través de los monasterios que fundó y que se constituyeron en focos de luz y de cultura en medio de una oscuridad que parecía ahogar al mundo. Benito escribió, además, su famosa Regla: "no anteponer nada a Cristo, ora et labora, el espíritu de hospitalidad y benevolencia", que ha conformado hasta nuestros días una espiritualidad llena de amor a Dios y a los hombres.
San Benito es una de las mejores novelas de Louis de Wohl en la que se relata la vida de Benito de Nursia (480-547) y la apasionante época que le tocó vivir: la invasión del Imperio Romano por los bárbaros, su desintegración y la formación de una sociedad precaria, agitada y turbulenta.
Louis de Wohl nos ofrece uno de los santos más populares, admirados y queridos de todos los tiempos. El escenario de la acción nos traslada desde Asís a Roma, a Sicilia, a las arenas de Egipto.
Asís y Perugia están en guerra. Entre los oficiales de las tropas de Asís hay un joven desenfadado y alegre llamado Francisco Bernardone. La ciudad de Asís pierde la guerra, pero en realidad, en medio de la batalla, tiene lugar una gran victoria para el mundo: otro oficial joven, Roger, Conde de Vandria, salva la vida de Francisco. Desde la movida juventud de Francisco hasta la magnífica escena de su muerte, todo este relato está llevado con el contrapunto de la historia de Roger de Vandria, escéptico y materialista, que se percata casi demasiado tarde de que todas sus hazañas, a lo largo de una lealtad de años hacia su rey y señor, no significan prácticamente nada comparadas con el gesto heroico que evitó la muerte a su amigo Francisco.
Es una historia que hierve de acción y de caracteres finamente dibujados: santa Clara, de belleza delicada; el rey de Sicilia y Emperador del Sacro Imperio, Federico; el sultán Al-Kamil; el papa Inocencio III... El escenario de la acción nos traslada desde Asís a Roma, a Sicilia, a las arenas de Egipto.
Una vez más, Louis de Wohl nos deleita con su conocida habilidad, del mismo modo que lo hace con otros libros suyos: La luz apacible, El árbol viviente, El Oriente en llamas, La lanza, etc.
Louis de Wohl (1903-1961) es uno de los grandes escritores de novela histórica del siglo XX. Nació en Berlín, de padre húngaro y madre austriaca, ambos católicos. Desde muy pequeño se sintió inclinado a la literatura y en poco tiempo realizó una carrera fulgurante en Alemania, publicando más de 30 novelas de aventuras y suspense de las que 16 fueron llevadas al cine. Sin embargo, en 1935, y ante la llegada de Hitler al poder, decidió iniciar una nueva vida en Inglaterra. Participó en la Segunda Guerra Mundial y, al finalizar el conflicto, se trasladó a Estados Unidos reorientando su vocación literaria con una perspectiva cristiana. Consciente de la influencia que Hitler había tenido, al haberse convertido en el modelo de millones de personas, decidió proponer modelos atractivos y llenos de valores a sus contemporáneos. Ahí arranca su brillantísima producción novelística sobre cristianos de personalidad poderosa y profundamente inmersos en las luchas y avatares de su época. La luz apacible (sobre santo Tomás, escrita por encargo de Pío XII), El Oriente en llamas (sobre S. Francisco Javier), El mendigo alegre (sobre S. Francisco de Asís), Corazón inquieto (sobre S. Agustín) o Fundada sobre roca (una historia de la Iglesia) son algunas de sus numerosas obras maestras. Todas ellas están publicadas en Ediciones Palabra.