La história comienza con el gran inquisidor escribiendo una carta a su sobrino.
Alli le cuenta que tiene el propósito de escribir un manual de inquisidores.
A partir de este momento la história se complica y se retuerce.
Esta obra, al principio, pensé que tuviera como destinatarios sólo a los obispos y a los presbíteros. Pero después me di cuenta de que si los laicos leían estas páginas comprenderían mejor el estado clerical, y entenderían lo complicado que es ser obispo, y por tanto amarían más a prelados y sacerdotes. Incluso las partes que son consejos acerca de cómo celebrar misa, tendrán el mismo beneficio para sacerdotes que para laicos. Por eso, después de varios años (la obra ha tardado varios años en ser escrita) he querido un mismo libro tenga como destinatarios a todos sin hacer distinciones. Pues nada de lo que aquí se dice, hay por qué silenciarlo ante los laicos. Incluso los sacerdotes leerán con interés las partes dedicadas a los obispos, y los amarán más comprendiendo las dificultades del trabajo de aquél que les preside.