Si toda alma humana es inabarcable, con más razón aquella que se abandona en manos de Dios y se deja hacer por Él, de tal manera que apenas se llega a distinguir lo divino de lo humano porque todo se torna naturalmente sobrenatural. Ernesto Juliá se ha atrevido a ensayar una búsqueda dentro del alma de un santo. Reconocer las idas y venidas del amor que configuran a un santo y su Obra, que es de Dios. Los grandes descubrimientos que desbordan y consuelan, como la filiación divina, el vivir la Santa Misa, el amor y la protección de la Virgen; junto con las exigencias rotundas, la entrega a los suyos y a los que tenían que llegar, la intimidad con la santísima Trinidad, la cruz... y la contemplación en medio del mundo. San Josemaría llegó a ser auténtico opus Dei haciendo el Opus Dei. En estas páginas que delimitan lo que podría ser un diseño de itinerario espiritual se nos brinda la oportunidad de pisar sobre sus pasos.
A la muerte de Álvaro del Portillo, la prelatura se enfrentaba con el reto de continuar siendo fiel al espíritu de su Fundador, en las circunstancias actuales de su tiempo, extendida ya su labor por todo el mundo y en medio de las culturas más diversas.
¿Tenía el Opus Dei hombres capaces de llevar adelante esa tarea, encargada por Dios a Josemaría Escrivá? ¿Qué disposiciones de espíritu, y qué cualidades humanas se requerían para abordarla? ¿Cambiaría algo en esa nueva etapa?
Javier Echevarría recibió el encargo de sucederles al frente de la Prelatura y la misión de sacar adelante la labor del Opus Dios en la Iglesia y en un buen número de países de los cinco continentes.
¿Estaba preparado en aquel momento para una tarea semejante? ¿Qué cambios de carácter, de espíritu, de disposiciones personales experimentó Javier Echevarría al ser elegido Prelado? ¿Llegó a ser Padre para los fieles de "la Obra"?
El deseo del autor es ofrecer en este libro una semblanza de su figura, que plasme lo que se atreve a llamar "su conversión en Padre". Sin dar una respuesta exhaustiva a estas preguntas, estas páginas nos invitan a conocer, a modo de Instantáneas de un cambio, a Javier Echevarría a lo largo de su vida en el Opus Dei.
Ernesto Juliá Díaz (Ferrol, 1934). Abogado y ordenado sacerdote en 1962, su labor pastoral le ha llevado a distintos países del mundo: Italia, donde ha residido desde 1956 hasta 1992, Australia, Filipinas, Taiwán, Kenia, Nigeria, Estados Unidos, Puerto Rico, Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, Portugal, Suiza. Ha escrito en medios de comunicación italianos y españoles. Colaboró semanalmente en ABC durante ocho años. Ha publicado varios coleccionables en Mundo Cristiano. Ha participado en congresos y reuniones de espiritualidad, con profesores de la talla de Giovanni Colombo, Ignacio de la Potterie; Hans Urs von Baltasar, Inos Biffi, José Luis Illanes, Eugenio Corecco, etc. Ha sido Rector de la iglesia del Señor San José en Sevilla; y actualmente es Capellán del IESE (Instituto de Estudios Superiores de la Empresa) en Madrid.
Entre otros libros ha publicado ensayos y relatos breves además de varias obras de espiritualidad: La Belleza de ser cristiano (Palabra, 2015), A la luz de la Estrella (Palabra, 2016), Cuatro encuentros con Cristo (Palabra, 2014), Con Cristo resucitado (Palabra, 2004). Sobre temas familiares: Acercar los hijos a Dios (Palabra, 2014), Padres, Adolescentes, Dios (Palabra, 2005). Y algunas ediciones de bolsillo, como Por qué casarse en la Iglesia, El matrimonio, un don precioso y 50 Invocaciones de María.
¿Cómo conseguir ver a Josemaría Escrivá con los ojos de Dios, y a la vez, gozar también nosotros de la bondad y de la grandeza de Dios, que gozó él en el vivir de cada día?
Josemaría Escrivá ha sido un hombre que ha deseado, que ha buscado, y a quien se le ha concedido, donado, caminar con Cristo por los caminos de la
tierra, todos los días de su vida. De “contemplativo itinerante”, de santo de lo “cotidiano”, le calificó Juan Pablo II el día en que lo beatificó.