¿Hay solución a la escasez de sacerdotes? El autor de este libro, el obispo Fritz Lobinger, responde claramente que sí. Y nos invita a conocer la iglesia primitiva de San Pablo: si en la antigüedad había dos tipos de personas ordenadas, los “ancianos” y los apóstoles, los tiempos actuales requieren –a su entender- otro modelo de presbítero además del sacerdote. Son los llamados “ministros ordenados”, personas con familia y una profesión secular pero que trabajarán, en equipo, a tiempo parcial para la comunidad.
¿Es posible llevar esto a cabo de manera realista? Lobinger nos recuerda que esta experiencia se apunta ya en gran parte de los territorios de misión, donde los miembros de las comunidades están realizando ya muchos de los servicios dominicales. Sin embargo, continúa el riesgo de seguir avanzando hacia una Iglesia sin Eucaristía. En este libro, Lobinger nos invita a discutir esta propuesta, que podría cambiar esta deriva.
No miréis al cielo pidiendo vocaciones… Están en medio de vosotros.
Ideas complejas se pueden hacer más sencillas y comprensibles a través de ilustraciones; y éstas pueden ayudar a la reflexión compartida. El objetivo de este libro es promover el debate en torno a la escasez de sacerdotes actuales: ¿La solución sería tener dos tipos diferentes de presbíteros? ¿Cómo hacerlo sin generar confusión? ¿Qué hacer para que colaboren entre todos en lugar de competir?
¿Serían precisos cambios en la formación de los curas actuales? ¿Qué papel desempeñarían las comunidades?
Este libro sugiere preguntas a través de las ilustraciones para ayudar a tomar conciencia de tantos aspectos sobre los que nunca se pensó. Las respuestas que propone el obispo Fritz Lobinger están contenidas en su libro Equipos de ministros ordenados donde propone la figura de los “ministros ordenados”, personas con familia y una profesión secular pero que trabajarán, en equipo, a tiempo
parcial para la comunidad en la que están insertos.
Las grandes preguntas sobre el ministerio presbiteral en la Iglesia de hoy no pueden ser respondidas por una sola persona. Juntos, debemos tratar de encontrar las respuestas.