Ambientada en la vida agreste y salvaje de una frontera que trasciende su mero carácter físico para convertirse en una encarnación del conflicto entre la naturaleza y el ser humano alienado de ella, “Colmillo Blanco” es una de las obras más célebres de Jack London (1872-1916). Reverso casi simétrico de “La llamada de la naturaleza” –publicada también en esta colección–, en la historia del perro salvaje que, significativamente, se degrada en su contacto con el hombre, hallamos en efecto, matizadas por la belleza de los grandes escenarios naturales y una remota esperanza de redención, las inquietudes que rigen toda la obra del autor estadounidense: el choque entre civilización y naturaleza, la perpetua pugna entre el bien y el mal, la supervivencia del más fuerte, el determinismo genético, la selección natural.
Novela de aventuras ambientada en la vida marinera y de los cazadores de focas, EL LOBO DE MAR (1904) –inspirada, como gran parte de la obra de Jack London (1876-1916), en experiencias propias y personajes por él conocidos– gira en buena medida en torno al capitán Larsen, símbolo del superhombre, de la fuerza y la resistencia físicas, en cuya personalidad contradictoria coexisten la violencia y el primitivismo con la mentalidad propia de un hombre refinado sensible a la poesía y a la filosofía. El protagonista del relato, así pues, viene a personalizar el eterno conflicto entre el bien y el mal, entre la inteligencia y la fuerza bruta. Otras obras de Jack London en esta misma colección: «El vagabundo de las estrellas» (BA 0936), «El silencio blanco y otros cuentos» (BA 0937), «Asesinatos, S. L.» (BA 0938) y «Relatos de los Mares del Sur» (BA 0939).
Tanto "La llamada de lo salvaje" como "Finis", el cuento que completa este volumen, tienen en común el espacio en que se desarrolla la acción: la zona ártica próxima al río Yukón, donde se encontraron los yacimientos que dieron lugar a la "fiebre del oro". Buck, el perro vigoroso que ha caído en manos de los buscadores de oro, demuestra con la devoción hacia su amo que los perros pueden ser más humanos que el hombre. Muerto su amo, seguirá la llamada del instinto, de la naturaleza ancestral y salvaje, para unirse a su hermano el lobo.