Traducido por: Juan Tafur
“No cocina, pero tampoco muerde”. Así comienza el anuncio en el que Rose Llewellyn, una viuda de “buenas costumbres y disposición excepcional”, se ofrece en el otoño de 1909 como ama de llaves; la frase capta de inmediato la atención de Oliver Milliron, un viudo con tres hijos y poca maña en las tareas domésticas, que la contrata para poner un poco de orden en su casa de Marias Coulee, Montana.
Y así comienza también la inolvidable temporada que Rose y su hermano Morris, un dandi sabelotodo, pasarán en este pueblo de granjeros. Cuando la maestra local se escapa con un predicador, Morris se verá obligado a aceptar su puesto; sus particulares métodos de enseñanza marcarán para siempre a los jóvenes alumnos de la escuela rural. Ni ellos ni la familia Milliron ni el pueblo de Marias Coulee volverán a ser los mismos tras la llegada de Rose y Morris.
Ivan Doig está considerado como uno de los mejores cronistas contemporáneos del Oeste americano, alumno aventajado de autores como Wallace Stegner o Norman Maclean. Una temporada para silbar es una de sus mejores novelas, fruto de su particular manera de entender la vida y la imponente naturaleza de Montana.
En los albores de la segunda guerra mundial la ciudad abierta de Shanghai era uno de los pocos lugares del mundo en el que se podían refugiar los judíos que huían de la Alemania nazi. Elisabeth y Theodor Weissberg, músicos de fama mundial; Hilde Braun, una prometedora actriz; el rabino Leo Levin y su esposa Ester; el carterista Schlomo Finkelstein, son algunos de los personajes que en Adiós, Shanghai buscan amparo en esta ciudad asiática.
El Shanghai de finales de los años treinta, bajo ocupación japonesa, era una ciudad de extremos: un centro financiero internacional con más de trescientos bancos y lujosos hoteles, pero también una ciudad portuaria plagada de prostíbulos y fumaderos de opio; una ciudad en la que los míseros barrios como el de Hongkou, que terminaría convertido en gueto judío, contrastaban con las opulentas concesiones internacionales.
Entre el relato histórico y la novela de intriga, Angel Wagenstein reconstruye en esta novela uno de los episodios menos conocidos de la segunda guerra mundial, narrando una historia de amor y muerte que es, sobre todo, un homenaje a todos aquellos hombres y mujeres que creyeron encontrar su salvación en Shanghai.
Esta obra ha sido financiada con el apoyo de la Comisión Europea. Esta publicación es responsabilidad exclusiva de su autor. La Comisión no es responsable del uso que pueda hacerse de la información difundida.
Traducido por: Fernando González
PREMIO PULITZER
El historiador Lyman Ward, ya retirado de sus tareas docentes, se propone investigar la memorable historia de sus abuelos: una pareja de la alta sociedad de la costa Este que en la segunda mitad del siglo XIX abandona el lugar en el que ambos habían crecido para instalarse en California, cuando este era un territorio aún por civilizar. Conforme va profundizando en los recuerdos de su familia, Lyman Ward se da cuenta de la intensidad con la que el pasado ayuda a iluminar y comprender el presente.
Basada en la correspondencia de una autora e ilustradora norteamericana, Mary Hallock Foote, una de las primeras artistas en ocuparse de la vida en el Oeste americano, Ángulo de reposo retrata el esfuerzo que tuvieron que hacer las gentes del Viejo Mundo para enfrentarse a una nueva realidad geográfica, histórica y humana. Esta emocionante narración sobre cuatro generaciones de una familia norteamericana fue galardonada con el premio Pulitzer en 1972, y está considerada como la novela más importante de Wallace Stegner y una de las mejores novelas estadounidenses de todo el siglo XX.