Estos escritos espirituales de Edith Stein, carmelita Teresa Benedicta de la Cruz (1891-1942), judía, mártir, están compuestos por dieciséis tratados breves, agrupados en tres partes: Espiritualidad mística, Meditaciones y En torno al Carmelo. En todos estos ensayos está bien marcada la huella del genio Edith Stein en su camino sediento de verdad. De especial importancia son Castillo del alma, resumen de las Moradas de santa Teresa desde el punto de vista fenomenológico y de la psicología guiada por la gracia, y Caminos del conocimiento de Dios. Teología simbólica del Areopagita, como el mejor estudio preliminar, vestíbulo de entrada al camino espiritual trazado por san Juan de la Cruz. Estos dieciséis ensayos reflejan la sed de aquella alma genial, Edith Stein, ansiosa de verdad, de la Verdad. Alejada de Dios cuando su ciencia era incipiente y entregada en plenitud cuando su saber tocó cielo.
En Edith Stein encontramos una mística de la cotidianidad, encarnada en su tarea intelectual, que no deja indiferente a quien se acerca a ella. Entre sus escritos espirituales destaca La ciencia de la Cruz, no incluida aquí por exceder las dimensiones de este volumen y haber sido publicada varias veces en castellano. Además, porque muchos de sus pensamientos se hallan ya en estos ensayos sobre el misterio de la cruz.
En el presente volumen se recoge el curso "La estructura de la persona humana" que Edith Stein impartió en la Universidad de Münster durante el semestre de invierno del curso 1932-1933, y que apareció publicado por primera vez en Alemania en 1994, en el marco de los escritos póstumos de la autora que pudieron ser rescatados. En la introducción del libro, los editores alemanes relatan los avatares que rodearon a la salvación del texto y que exponen el método seguido para su posterior reconstrucción.
El tema del curso, y por tanto de este libro, ocupa un lugar central en el pensamiento de Edith Stein. Ya en su tesis doctoral había abordado la cuestión de la estructura de la persona humana, que más tarde desarrolló en sus obras mayores: Ser finito y ser eterno y Gloria de la cruz.