La simbólica es un libro que marca una nueva época en la teología católica. Möhler (1796-1838) se adelanta a su tiempo y, por encima de las discuciones de escuela, se propone bucear en el conocimiento del Misterio revelado que es el objeto de nuestra fe. Ante este misterio, las formulaciones dogmáticas son los “símbolos” que nos remiten a la realidad misma de Dios y de su plan salvador. Desde esta perspectiva, que sabe diferenciar entre lo nuclear de la fe y sus representaciones, el autor se introduce en la disputa entre católicos y protestantes ofreciendo luces nuevas. Trata temas tales como el hombre en su estado original, el hombre caído, la justificación, los sacramentos y la Iglesia.
Obra maestra, punto de arranque de lo mejor de la teología contemporánea, e importante para comprender los actuales acuerdos entre católicos y luteranos. Esta edición se presenta enriquecida con el minucioso trabajo llevado a cabo por los profesores Pedro Rodríguez y José Ramón Villar, a quienes se debe la introducción y las notas.
En este primer tomo se recogen artículos anteriores al Concilio, en los que el autor propone una nueva forma de enfocar la dogmática a partir de planteamientos novedosos: un enfoque histórico y existencial, así como la comprensión interna de su evolución. Rahner desarrolla este método en algunos de los grandes temas dogmáticos sobre Dios, Jesucristo, María y la Gracia
En este libro se intenta justificar teológicamente el modo de comprender la teología como Historia de la Salvación. Es la materia denominada Teología Fundamental, cuyo fin es sustentar correctamente todo el edificio teológico. La renovación conciliar supone la necesidad de profundizar en la comprensión de la Revelación divina como principal fundamento de la teología, frente a la anterior perspectiva teológica centrada en la justificación de las dogmas.
Al tratar de Cristo, este tercer tomo es el centro de toda la obra. LA novedad estriba en presentarle como “acontecimiento”, por ser la aparición de una persona concreta e irrepetible pero abierta a una misión universal. Vemos así cómo su misión y su persona se identifican.
Este cristocentrismo debe ser la norma que permita al cristiano encontrar la vida para participar en la comunión intratrinitaria.
En este tomo se han reunido cuatro meditaciones de Guardini que tienen como centro la persona de Jesús – reflejado en los Evangelios -, como su aspecto divino tan
visible en los escritos paulinos y de San Juan. En sus análisis el autor conjuga con audacia y novedad los aspectos psicológicos y la exégesis, para penetrar con mayor profundidad en la figura de Jesús.
En el mundo moderno Guardini ha sabido como pocos destacar la necesidad de la contemplación para conseguir una vida humana a plenitud. Dentro de la espiritualidad contemporánea, el autor supera las simples devociones y vuelve a las grandes fuentes de la vida del espíritu: la liturgia, la Sagrada Escritura y la fe como medios para el trato personal con Jesucristo. Este volumen contiene una serie de reflexiones sobre la oración, en concreto sobre la oración dominical y los Salmos. Por otra parte incluye una colección de “oraciones teológicas” que hacen referencia a los puntos esenciales de nuestra fe con el fin de interiorizarlos en la vida diaria.
La piedad popular y el sentimiento religioso del pueblo que se inicia en el siglo XII, van al mismo tiempo ligados y desligados del culto litúrgico oficial. Lo que Maldonado describe y estudia en este libro es el proceso que siguió la Piedad entre los siglos XII al XIV: la figura mayestática de Cristo (Christus Rex) va cediendo paso al Jesús doliente más emotivo, que cuenta a su lado con María y los Santos. De esta transformación le interesa al autor su repercusión en el presente, ya que lo que nació entonces sigue vivo en nuestros días.
El fenómeno cultural y antropológico que supone la religiosidad popular es analizado por el autor, que trata de descubrir la dimensión religiosa de lo popular y su relación con lo cristiano. Una serie de fenómenos y movimientos culturales y sociales acaecidos en nuestro siglo han provocado un retorno a lo religioso y lo sagrado, lo cual supone un gran avance dialéctico al incorporar críticamente el hecho de la secularización. En esta nueva coyuntura cultural, el estudio de la religiosidad popular y sus valores más permanentes pueden resultar de gran interés.