Este es un libro de historia y compromiso creyente sobre un tema clave de la Biblia y del mismo Magisterio de la Iglesia.
Es un libro de historia que expone de un modo ordenado el despliegue y mensaje de la familia a lo largo de la Biblia, en el Antiguo y el Nuevo Testamento. No hay quizá un tema de más importancia: solo conociendo lo que fuimos, podremos proponer y buscar lo que seremos.
Es un libro de compromiso creyente, y así quiere ofrecer e impulsar un modelo fecundo de familia, en intimidad y opción social, en libertad y comunión, sabiendo que solo si "hacemos" familia podremos ser humanos y recrear nuestra historia.
En definitiva, esta ofrece una visión de conjunto de la familia en la Biblia, para responder a la tarea más urgente del momento actual: ser familia en comunión y esperanza de futuro. Esa es la respuesta que la Biblia ofrece no solo a los cristianos, sino a todos los hombres y mujeres que quieran optar por el futuro de la Vida.
Ante los resultados de las neurociencias, nos podemos preguntar cuáles son los valores y cuáles los límites del estudio sobre el funcionamiento del cerebro. ¿Los procesos electroquímicos que existen entre las neuronas pueden explicar la realidad constitutiva del “yo” personal, de la propia conciencia, de la creatividad intelectual y artística de los seres humanos? ¿Deberíamos llegar a la conclusión de que la persona humana es simplemente una máquina física? ¿El libre albedrío es una ilusión y la explicación neurocientífica exime de la responsabilidad de la culpa? ¿No tenemos la capacidad de decidir libremente sobre lo que es razonable o erróneo, sobre lo que es bueno o malo? Tras valorar los progresos de las últimas investigaciones, se deben precisar claramente los límites que se deducen de los resultados de las neurociencias y mostrar las dimensiones humanas que no tienen explicación física y, por tanto, quedan abiertas al “cosmos” espiritual
La teología y la espiritualidad constituyen dos disciplinas académicas que pueden ayudarnos a tender puentes hacia otras áreas de estudio y facilitarnos la comprensión de fenómenos como la transformación global que vive nuestro mundo. Daniel G. Groody, al hacer en esta obra una lectura teológica de la globalización y una lectura global de la teología, ofrece una contribución para que podamos comprender mejor estos tiempos de cambio generalizado.En lugar de presentar por separado los beneficios y los perjuicios de la globalización, Groody intenta estudiarla por dentro, desde el privilegiado punto de vista de lo que él llama el terreno del corazón humano. Desde esta perspectiva, la globalización no es simplemente un asunto económico, político, social, antropológico o cultural, sino que constituye un problema humano; por eso, los males de la globalización no pueden resolverse en último término sólo con una mejor planificación económica, política y social. Para un cristiano, la superación radical de los aspectos pecaminosos de la globalización, como de cualquier otro problema humano, sólo puede lograrse a través de la conversión, es decir, del retorno a Dios.