La palabra «metafísica» suena a pasado. Una mirada a su historia muestra, sin embargo, que si hay algo tan tenaz como el intento de hacer desaparecer la metafísica es su capacidad de supervivencia. Empezaron los escépticos y los sofistas tratando de cerrar cualquier salida metafísica al rechazar la certeza de todo conocimiento, aunque encontraron la respuesta implacable de Aristóteles. En la Edad Media, el ataque vino de la teología, al oponer la certeza de la fe a la mera probabilidad de la razón, aunque figuras como Santo Tomás o Scoto la defendieron y promocionaron. El empirismo moderno desplazó el pensar metafísico al centrarse en la experiencia misma, hasta que llegó la respuesta de Kant y de su complejo sistema sobre las posibilidades del conocimiento humano. Al ataque positivista en el siglo XIX respondieron con fuerza nuevas metafísicas de la vida, de lo humano y de los valores. Ni siquiera la actual posmodernidad, en su pretensión de derrumbar toda aspiración metafísica o universalista, ha conseguido acabar con argumentaciones como la de Habermas, heredero de una Ilustración que aún lucha por sobrevivir a los nuevos tiempos.
De modo que el debate sobre la posibilidad de la metafísica hoy sigue abierto, y su historia queda plasmada en este volumen de la Enciclopedia IberoAmericana de Filosofía.
En sus diálogos, Platón presenta a los atenienses distintos visitantes, ora los conocidos intelectuales del siglo v que hablan a favor de la nueva idea de educación y cultura, ora otros visitantes anónimos que introducen doctrinas discordantes acerca del mundo natural, el conocimiento o la política. La propia forma dialogal invita a pensar y construir un nuevo horizonte espiritual a partir del contacto con culturas filosóficas y mundanas desarrolladas fuera de Atenas. El diálogo es así una forma de filosofar entre la discordancia de las doctrinas que se opone al discurso escrito monologal. Thomas A. Szlezák critica el paradigma romántico de exégesis platónica de Schleiermacher y asume la propia actitud negativa de Platón hacia la escritura y su predilección por la discusión oral, de acuerdo con sus manifestaciones en el «Fedro». Leer a Platón es así una visión nueva del viejo y familiar Platón, cuya pretensión es acercar al lector común a los complicados problemas de hermenéutica de los diálogos, hasta ahora coto privado de los especialistas.
Uno de los filósofos modernos más prestigiosos, Bernard Williams, es el autor de este estudio sobre Descartes. En él ha tratado de analizar tanto el proyecto del fundamento del pensamiento de Descartes sobre la certeza como de descubrir los motivos filosóficos de su búsqueda. El proyecto en sí mismo, sus motivos básicos y muchas de las ideas que Descartes manejó en su búsqueda son expuestos a través de un prolongado argumento que es fundamental para definir muchos de los problemas de la filosofía moderna.