Este libro afronta el discernimiento como el arte de la comunicación y comprensión recíproca entre Dios y el hombre, y, desde este punto de vista, trata de desentrañar sus dinámicas. En esta clave, se deben respetar dos fases del camino: Una primera etapa de purificación, que lleva a un auténtico conocimiento de sí mismo en Dios y de Dios en la propia historia. Y una segunda etapa en la cual el discernimiento se convierte en un habitus, al tiempo que se va purificando la propia idea de Dios que tenemos, lberándola de las falsas imágenes que le atribuimos.