He aquí el escrito más conocido de esta mujer judía, filósofa, convertida al cristianismo, carmelita, mártir del holocaustro nazi, y por fin, santa. Edith Stein escribe esta obra por mandato de sus superiores y con ocasión del IV Centenario de la Muerte de S. Juan de la Cruz. Este dato, junto con la profundidad de su formación filosófica lo avanzado de su propio proceso espiritual y lo cercano que intuye su trágico final, son sin duda el mejor humus para el desarrollo de esta obra. Desde el comienzo de su redacción tiene clarísimo su esquema tripartito: El mensaje de la cruz, la doctrina de la cruz y el seguimiento de la cruz. Por fin, la presente edición, preparada por el P. Javier Sancho Fermín tiene indiscutibles ventajas sobre las anteriores, basadas todas en la preparada un día por el P. Lino Aquesolo: Corrección de numerosos errores, sobre todo en la citación de textos, introducción a pie de página de numerosísimas notas explicativas, y una mayor adaptación del original alemán al español actual.
<br/
Este genial dramaturgo da vida a la historia de las 16 carmelitas de Compiegne, guillotinadas en París durante el terror de la Revolución. Convierte el miedo en un lugar teológico.
Este libro contiene el poema sanjuanista que más honda y vibrantemente se acerca al misterio de la comunicación divina. A lo largo de los veinticuatro versos se mantiene inalterada la sensación de serenidad. Todo es paz y sosiego en exclamación admirativa, en contemplación pura, pero a la vez en vértigo de chisporroteo.