Desde el inicio del pensamiento filosófico, se ha planteado como un problema central la cuestión de la capacidad humana para el conocimiento de la verdad, su alcance y sus límites. La Teoría del conocimiento se desarrolla gradualmente durante la Antigüedad y la Edad Media, hasta constituirse en el núcleo de los problemas filosóficos en buena parte de los pensadores modernos. Llega a ser uno de los temas capitales de los sistemas contemporáneos, tanto en los de orientación racionalista como en los de sesgo empirista, y muy especialmente en las polémicas en torno al idealismo. El pensamiento más reciente ha superado en buena parte estos enfrentamientos, y ha ofrecido nuevos enfoques a través de la filosofía del lenguaje, la fenomenología y la renovación del realismo. Actualmente se encuentra en el núcleo de las discusiones culturales más relevantes.
Alejandro Llano, catedrático de Metafísica, ha enseñado e investigado sobre Teoría del conocimiento desde el inicio de su carrera, en universidades de España, Reino Unido, Italia, Alemania, Estados Unidos y varios países de Latinoamérica. Entre sus obras más recientes se encuentran también obras de Filosofía del lenguaje, Teoría de la ciencia y Sociología.
Según una conocida imagen de Descartes, la filosofía es como un árbol, cuyas raíces son la metafísica, el tronco es la física y las ramas que salen de este tronco son las demás ciencias. Las raíces están ocultas, pero son las que alimentan, hacen crecer y sostienen el árbol. Desde Aristóteles se ha considerado como objeto de la metafísica el ente en cuanto ente, el ser de la realidad y los principios y causas más profundas de la misma. Las preguntas fundamentales de la metafísica sobre-pasan no solo las ciencias, sino también los demás tratados filosóficos, que no llegan a dar una respuesta a las mismas. Heidegger ha dicho que el pensar es un preguntar y permanecer en camino. Es lo que intentamos aquí una vez más: andar un camino y aportar algo a su construcción, planteando muchas preguntas e indicando direcciones para algunas respuestas a cuestiones que, según Kant, no pueden ser indiferentes a la naturaleza humana.
Modesto Berciano Villalibre (Destriana, León, 1933) es doctor en Filosofía y en Teología. Ha sido catedrático de Metafísica en la Universidad de Oviedo y en la actualidad es catedrático emérito honorífico de la misma universidad. Entre sus escritos hay que destacar: Kairos. Tiempo humano e histórico-salvífico en Clemente de Alejandría (Burgos 1976); Crítica de Heidegger al pensar occidental (Salamanca 1990); Superación de la metafísica en Martín Heidegger (Oviedo 1991); La técnica moderna. Reflexiones ontológicas (Oviedo 1995); Debate en torno a la posmodernidad (Madrid 1998); La revolución filosófica de Martín Heidegger (Madrid 2000).
Esta obra es una auténtica e innovadora «Summa logicae». Lo que empezó como un proyecto de redacción de un manual, tras varios años de trabajo, ha terminado siendo un tratado novedoso de gran calado filosófico. Si bien presenta de una forma clara, amena y ordenada ―que agradecerán los estudiantes― la lógica del concepto, del juicio y del razonamiento, la lógica de enunciados, predicados y clases o la logística no clásica, terminando con una cumplida explicación de la metalógica, no se trata de una mera obra expositiva. Sorprende el autor con una aportación original y radical en el panorama filosófico, pues no se refiere a la lógica al modo aristotélico, como mera ciencia auxiliar y propedéutica, sino que sitúa la Ciencia del Logos en el corazón de la filosofía, como privilegiado acceso al problema del conocimiento y del ser. La articulación entre lógica, en este sentido radical, con la gnoseología y la ontología late en cada página. Y desde esta articulación, hecha en clave realista, dialoga con originalidad y hondura con la filosofía de la ciencia, con la hermenéutica o la lingüística. Además, ofrece esta obra otra virtualidad más profunda, original del autor: la apertura del logos al Logos, la lógica como dintel de entrada firme y seguro al problema filosófico de Dios.
Pablo Domínguez Prieto (Madrid 1966-Tarazona 2009), sacerdote de la archidiócesis de Madrid, fue doctor en Filosofía y en Teología. También fue decano de la Facultad de Teología «San Dámaso» de Madrid y catedrático de Teoría del Conocimiento y Lógica. Su actividad docente, sus diez libros publicados y sus innumerables artículos no fueron óbice para desarrollar una amplia e intensa tarea pastoral, que sentía como vocacional, con sacerdotes, consagrados y laicos.