La adversidad es parte natural de nuestra vida. Sin embargo, la mayoría de nosotros no hemos aprendido a afrontar las pérdidas y los fracasos con tranquilidad y, mucho menos, desde una perspectiva positiva. Perder implica sufrimiento pero, aunque es difícil de entender, también implica crecimiento. Cuando aceptamos el dolor de la partida o cuando aceptamos la realidad del fracaso, empieza a aflorar en nosotros todo el potencial que llevamos dentro para enfrentar la adversidad. La esperanza es el motor que no nos deja enterrarnos con nuestro sufrimiento. Esto es lo que Paulo Daniel Acero, psicólogo experto en manejo de duelos y resolución de conflictos, plantea en su libro, el cual además de ser de gran ayuda para los dolientes es una herramienta indispensable para quienes trabajan en manejo de pérdidas y crisis.