Gilbert Keith Chesterton fue un brillante polemista y desde sus páginas continúa sembrando hoy controversia. Partiendo de las verdades fundamentales que comparte la mayoría de la gente, defendía que la auténtica y gran aventura del hombre es la familia, pensaba que quien deja de creer en Dios termina creyendo cualquier cosa y que nada hay tan estimulante para el pensamiento como la ortodoxia en los tiempos en que se ha convertido en una herejía social. Dale Ahlquist, quizá el mayor especialista vivo en la obra del escritor inglés, muestra en este libro el alcance del pensamiento de uno de los escritores más originales del siglo XX, y trae a colación cuestiones cruciales sobre las que Chesterton reflexionó con su habitual agudeza y sentido del humor