“Amarse en cuerpo y alma” es un canto al amor conyugal y a la vida que nace de él. La dicha conyugal y familiar puede alcanzarse sólo con el máximo respeto de las leyes naturales y, por tanto, con un amor digno y fecundo, alejado tanto de un crecimiento incontrolado de población, como de un control artificial impuesto desde arriba o dictado solo por las circunstancias injustas en que les toca vivir a muchos hogares.