En continuidad con las indicaciones de los documentos que han acompañado el camino de la vida consagrada en estos últimos años, esta nueva Instrucción quiere reafirmar, una vez más, que tanto la obediencia como la autoridad tienen siempre una relación peculiar con el Señor Jesús, Siervo obediente. La Institución quiere ofrecer una ayuda y un estímulo a todos los consagrados para vivir con gozo el «sí» que han dado al Señor.