Siempre hubo escritos filosóficos, como los aristotélicos, que preguntaban sobre la esencia y las propiedades de las acciones humanas, así como por sus intenciones y fines. Bastaría recordar también la distinción kantiana entre «obrar técnico» y obrar «moral»; o la más contemporánea teoría de la «acción comunicativa» de Habermas. Lo que en inglés se denomina «Action theory» y en alemán «Handlungstheorie» se ocupa de esos problemas relativos al obrar humano.
El presente trabajo se centra fenomenológicamente en cuestiones psicológicas, no morales, tal como se reflejan en las obras del Aquinate, comentadas por algunos maestros del Siglo de Oro, como Martínez o Araújo, y especialmente por Poinsot. Allí se hace pivotar la acción en la voluntad misma. Es ésta la facultad que mueve a las demás –alentándolas o refrenándolas– para conseguir sus objetivos. Esa voluntad tiene su principio en el sujeto. Si este sujeto se pierde, también pierde su principio –su arkhé– la acción misma. El resultado de esa deconstrucción es la anarquía (an-arkhía, sin-principio).
El núcleo trascendental de la voluntad se tensa, fundada en su principio o sujeto, hacia sus propios actos libres. Este es el núcleo de la «teoría de la acción» en Tomás de Aquino. Y el autor pretende hacer una arqueología de la acción humana deliberada.
El presente libro responde al estudio de la realidad histórica. Y sobre ésta propone tres preguntas: ¿Qué son y cómo se conocen los hechos históricos? ¿Cómo se constituyen estos hechos? ¿A dónde va en general la serie de esos hechos? Conforme a estas tres preguntas se distribuyen las tres partes de la obra.
El esfuerzo por contestar a la primera se concentra en un estudio gnoseológico sobre la constitución y el alcance de la facultad intelectual que piensa la historia. La segunda tarea es ontológica, y se orienta al estudio de la estructura temporal, libre y social del hecho histórico, así como la gravitación que éste tiene en el presente al que posibilita. La tercera es una investigación sobre los fines generales del hombre que actúa en sociedad: en ella aparecen los temas metafísicos más significativos que inciden en la orientación radical de la vida humana: origen y sentido del hombre constituido socialmente.