Prólogo de José M.ª Martín Patino. Ilustraciones de Ramón Arana Muguruza.
No es esta una obra teológica, exegética, histórica o didáctica, ni un manual de piedad o de meditación. Es simplemente el testimonio de un laico que por su profesión (Embajador de España) se encontraba muy alejado de cualquier tema teológico. Sólo ha pretendido recoger uno de los infinitos destellos que han producido, producen y producirán las palabras siempre transmutadoras del Padrenuestro. Se le llama manifiesto porque se ha querido resaltar el carácter dinámico y comprometido de la Oración del Señor.
Eduardo de Zulueta y Dato (París, 1923), Embajador de España. Ha desarrollado su carrera diplomática en diversos continentes. Durante los dos primeros gobiernos de la Monarquía fue Director General de Asuntos Eclesiásticos en el Ministerio de Justicia.