A través de diversas formas, el cuarto evangelio enfatiza que solo Jesús ha subido y descendido de los cielos. Muchos exégetas han señalado que esta insistencia expresa la existencia de una polémica en contra de los viajes celestiales realizados por héroes veterotestamentarios como Enoc, Abrahán y Moisés, entre otros. La presente tesis aborda este problema desde la categoría de las experiencias religiosas para sacar conclusiones que permitan imaginar el lugar del evangelio de Juan en el cristianismo primitivo. Para ello, el autor compara los viajes celestiales con la experiencia religiosa que deriva de la escenificación litúrgica del cuarto evangelio. Dos experiencias religiosas distintas, situadas en contexto de conflicto y de las que derivan diferentes formas de vivir y entender el primer cristianismo.
Varias preguntas recorren esta obra: ¿qué es una experiencia religiosa?; ¿qué es un viaje celestial?; ¿qué es lo que le caracteriza?; ¿qué caracteriza la experiencia religiosa que deriva de la escenificación litúrgica del texto?; ¿cómo se puede fundamentar esa experiencia? Además, una parte importante de la tesis se centra en el estudio de tres textos joánicos que ayudan al autor a ilustrar su particular aproximación: Jn 2,23–3,21, 13,31–14,30 y 18,28–19,16a.
Finalmente, las consecuencias de la praxis de las distintas experiencias religiosas aportan interesantes datos para entender un poco más el desarrollo temprano del cristianismo primitivo.