Titular esta obra "De los nombres de Cristo" no es una osadía comparativa con el gran fray Luis de Leon. El autor ha realizado una tarea de sabiduría bíblica y espiritual para adentrarnos en el ser de Cristo a través de los nombres con los que se denomina a si mismo en los evangelios, completando esta serie con los que, además, recoge el libro del Apocalipsis. Aunque el nombre en nuestra cultura es muchas veces mero apelativo de la persona, en el judaísmo implica la entrana y esencia de su portador. Cada una de las denominaciones de Cristo aquí recogidas nos encamina al "conocimiento interno de Cristo", del que hablaba san Ignacio de Loyola en el libro de Ejercicios espirituales.
El lector disfrutará del gran dominio que tiene el autor de la Palabra De Dios, de su elegante pluma y de su fino sentido del humor que se hace notar en muchas de sus páginas, que sirven para adentrarse en el Corazón de aquel cuyo "nombre está sobre todo nombre" (Flp 2,9).