La exhortación Amoris laetitia ha dado pie a interpretaciones variopintas. Profundizar en sus afirmaciones teológicas requerirá tiempo y paciencia. Lo que no puede esperar, porque de la acción nadie puede abstenerse, son las preguntas prácticas que suscita: las de los pastores que escuchan confesiones, las de los obispos que proponen líneas de acción a sus sacerdotes, las de cada matrimonio y cada familia en su vocación… A todos ellos quiere dirigirse este vademécum, que ofrece líneas fecundas de actuación en tan importante asunto, donde se pone en juego el bien común de la Iglesia y su capacidad de anunciar el Evangelio.