«Tengo la imagen de mi primera maestra, esa mujer, esa maestra que me recibió a los seis años, en el primer grado de la escuela. Nunca la he olvidado. Ella me hizo amar la escuela. Amo la escuela porque es sinónimo de apertura de la realidad ()Ir a la escuela significa abrir la mente y el corazón a la realidad». Papa Francisco