El desarrollo de los estudios bíblicos ha hecho sentir universalmente –en particular entre los católicos– la necesidad de un conocimiento más profundo de la “lengua santa”. Por otra parte, los progresos de la filología semítica obligan a estudiar la lengua hebrea de una forma más científica, como ya desde tiempo se viene haciendo con otras lenguas muertas como el latín y el griego. La presente obra quiere satisfacer la necesidad de una gramática del hebreo bíblico suficientemente completa y de carácter científico que tienen cada vez mayor de estudiantes que sienten la necesidad de ir más allá del estadio de conocimiento puramente empírico y quieren sentirse capaces de resolver las múltiples dificultades gramaticales del texto masorético, en lugar de pasarlas por alto.