Nunca llueve en Timber Creek es una intensa novela iniciática en la que hay rabia y tristeza, pero también esperanza y ternura.
La sequía amenaza al rancho australiano de Timber Creek. Se acerca el rodeo, y el joven Danny Dawson, de trece años, está decidido a ocupar el lugar de su hermano mayor Jonny, que ayudaba a su padre con el ganado y murió en un accidente el año anterior.
En casa de los Dawson, el calor hace más asfixiante aún la tristeza que se ha instalado desde que Jonny no está. No se habla de la situación de su hermana Sissy: está embarazada con catorce años y no quiere decir quién es el padre. Entonces llega a Timber Creek una joven inglesa para ayudar en casa, Liz. Al principio Danny la odia, le parece que es un estorbo y que no encaja en la vida del rancho, pero las circunstancias serán cada vez más adversas y su relación cambiará cuando Danny comprenda que para afrontar las dificultades lo mejor es aunar fuerzas. En esta primera novela, Ali Lewis aborda temas como la obstinación y el heroísmo en medio de un paisaje implacable, las delicadas relaciones familiares y el difícil e inoportuno tránsito de un joven hacia la madurez.