Al abrir el libro de "plegarias bíblicas" nos encontramos con textos humanos, hechos de carne y de sangre, "espejos de nuestras rebeldías y nuestras fidelidades". Son plegarias de hombres que se encuentran con su Dios, que se enfrentan con El en todas sus pasiones y todas sus miserias. Y entramos en la plegaria de todo un pueblo. La autora nos invita a entrar guiados por ella.