Desde finales del siglo XIX, un gran número de estudiosos del Nuevo Testamento ha trabajado con la creencia de que, si no todas, la mayor parte de parábolas de los evangelios sinópticos son atribuibles al Jesús de la historia.
En este quinto tomo de Un judío marginal, John Meier cuestiona ese consenso y defiende mediante una sólida argumentación que solo cuatro parábolas (El grano de mostaza, Los viñadores perversos, Los talentos y La gran cena) pueden ser asignadas al Jesús de la historia.
Meier aborda el controvertido tema de las parábolas con el mismo rigor y la misma penetración que le granjearon elogios en los anteriores volúmenes de Un judío marginal. Con este tomo trascendental, el autor enriquece todavía más su magistral obra y da un paso ingente en su continua búsqueda del Jesús histórico.
En este tomo IV, Meier aborda un nuevo asunto —las enseñanzas del Jesús histórico concernientes a la Ley mosaica y la moral— con el mismo rigor de que hizo gala en los tomos anteriores.
Después de corregir conceptos erróneos respecto a la Ley mosaica en tiempos de Jesús, este volumen se ocupa de las enseñanzas de Jesús sobre importantes materias legales como el divorcio, los juramentos, el sábado, las leyes de pureza y los diversos mandamientos de amor contenidos en los Evangelios. Lo que resulta de la investigación de Meier es el perfil de un complicado judío palestino del siglo primero, que, lejos de intentar abolir la Ley, entró a fondo en debates concernientes a su observancia. Para Meier, sólo teniendo presente esta imagen del Jesús histórico tan interesado en cuestiones de la Torá se puede evitar el común error de construir teología moral cristiana so capa de estudiar «Jesús y la Ley».
Questo libro ricostruisce la storia di due dei principali centri cristiani dei primi secoli: Antiochia e Roma.