Edición preparada por Pablo Cervera Barranco.
Presentación de José Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián.
«¿Cómo ha tenido lugar la redención del mundo? ¡A través del sí de la voluntad humana de Cristo a la voluntad del Padre! Ahora bien, es impresionante que el “sí” de la voluntad humana de Cristo al Padre tuviese el “sí” de María como modelo; al igual que es también un misterio insondable que el “sí” de Cristo al Padre haya dado a luz nuestros “síes”, completando en nuestra carne lo que falta a la pasión de Cristo. El Redentor del mundo nos ha asociado a su redención hasta el punto de hacernos, no solo receptores pasivos, sino participantes activos del misterio de la misericordia divina. Esto nos conduce a una pregunta que los místicos se cuestionaron, cada uno a su manera: ¿Cuál es el mayor de los dones: ser amados por Dios incondicionalmente, o que Él nos permita amarle sobre todas las cosas?» (Prólogo, Mons. JOSÉ IGNACIO MUNILLA).
Estas Meditaciones son la última obra preparada por el P. Mendizábal, en julio de 2017, meses antes de su fallecimiento el 18 de enero de 2018.
Pido a los obispos y arzobispos que me indulgencien estas jaculatorias: «De un mal cuarto de hora, ¡líbrame Señor!»; «De la desconfianza después de un mal cuarto de hora, ¡líbrame Señor!»
El cristianismo no está obsesionado por el miedo del sufrimiento. Ciertamente no es «dolorista». No es buscador morboso del dolor. Pero no se deja condicionar en su camino hacia la bienaventuranza por el miedo al dolor. Su superación la cifra en la fe, que ilumina el misterio del pecado y de la cruz, y que introduce en los abismos del Amor, más fuerte que el pecado y que el sufrimiento. El dolor llega a quedar implicado en las bienaventuranzas. El cristianismo es religión de vida y de alegría. Pero no porque prometa eliminar el dolor en esta vida, sino porque enseña el puesto del sufrimiento y su valor; y porque nos da gracia para llevarlo con amor, junto a Cristo crucificado.
Edición preparada y presentada por Pablo Cervera Barranco.
Esta obra recoge, de forma sapiencial y bíblicamente fundada, los misterios de la vida de Cristo siguiendo el planteamiento que san Ignacio de Loyola formula en sus Ejercicios Espirituales. Se podría decir que es el testamento del autor, al recoger de modo granado las enseñanzas que durante décadas predicó en tandas de ejercicios espirituales, retiros y clases de teología espiritual. Se vislumbra todo un gran bagaje bíblico-espiritual en el que sin dificultad se adivinan las huellas de grandes estudiosos: P. Michel Ledrus, Ignace de La Potterie, Albert Vahoye, Donatien Mollat, Ceslas Spiq... El desarrollo de los temas es claro e inteligible, y será de gran provecho para todo tipo de lector. Las aportaciones recogidas en este libro representan distintos caminos que, sin embargo, apuntan a un mismo objetivo: poder comprender cada vez mejor «el misterio del corazón», es decir, «la interioridad espiritual» del Hombre crucificado.
Dice el propio autor: «No podríamos hablar de Jesucristo sin expresarnos a nosotros mismos. Porque Jesucristo para nosotros no es objeto puro de estudio, sino es Amigo íntimo, es como una parte de nosotros mismos. [...] Y al revés, no puedo expresar a Jesucristo sin expresarme a mí de alguna manera. Porque el Jesucristo que tengo que transmitir no es de un puro conocimiento científico, sino Jesucristo vida nuestra y se transmite como se transmite el propio amor: una transmisión vital en la cual uno mismo se pone en juego. Aquí está la fuerza».
Durante varios años el autor de este libro desarrolló anualmente sus tandas de Ejercicios espirituales dirigidas a laicos al hilo del magisterio pontificio de san Juan Pablo II. En ellos fue tomando como base sus encíclicas y exhortaciones apostólicas: Redemptor hominis, Dives in misericordia, Salvifici doloris, Redemptoris Mater… Aunque el planteamiento espiritual del P. Luis M.ª Mendizábal, como apóstol y teólogo de la espiritualidad del Corazón de Cristo, es bien conocido en todas sus obras, es particularmente incisivo en la obra que presentamos. No es casualidad, además, que este libro aparezca en el umbral del Año de la Misericordia, convocado por el papa Francisco. En este marco, la temática y el desarrollo de este libro ayudará espiritualmente a comprender y vivir el rico magisterio de san Juan Pablo II en su encíclica Dives in misericordia, citada, como es lógico, por el papa Francisco en la bula del jubileo Misericordiae vultus.
Este estudio supone una aportación singularmente valiosa a la reflexión teológico-pastoral de nuestros días y una ayuda inapreciable para quienes trabajan en el delicado campo de la formación espiritual. Su autor, profesor durante largos años en la Universidad Gregoriana de Roma y en la Facultad de Teología del Norte de España, traza en él las líneas fundamentales de la dirección espiritual. Expone con equilibrado sentido teológico y espiritual la práctica de la entrevista direccional, integrando, en una armonía nada fácil, los elementos psicológicos de las técnicas modernas dentro de la línea espiritual de la dirección. Establece, a continuación, los principios directivos generales de la función educativa del director. En estas páginas encontrará el lector orientaciones claras sobre la vida de unión con Dios, la abnegación evangélica y apostólica del ser cristiano, así como perspectivas luminosas en el campo de la docilidad al Espíritu Santo.
Este libro transcribe una tanda de Ejercicios Espirituales predicada por el padre Luis M.ª Mendizábal, SJ. El título hace referencia al tema en torno al cual se desarrollaron las meditaciones: «Redentor del hombre». Se trata de una remisión al título de la primera Encíclica de Juan Pablo II (publicada en 1979), que sirvió en efecto como inspiración de estos Ejercicios. La lectura de este incansable predicador y certero director de almas es siempre actual y fuente de renovación espiritual. En concreto, las páginas de este libro proponen un camino a todo aquel que, consciente de haber sido redimido por Cristo, busca convertirse en redentor con Cristo. Son los Ejercicios Espirituales de san Ignacio leídos en clave de redención, a partir de las páginas programáticas de la Encíclica de Juan Pablo II.