Un testimonio que no es ajeno al dolor ni a la duda. Un viaje desde la subcultura gay hacia una nueva vida. Un diario del descubrimiento de la fe católica.
David Morrison nos ofrece un impresionante testimonio en el que no es ajeno al dolor ni a la duda. Esta es la historia de su viaje desde una activa subcultura gay hacia una nueva vida. Este es su diario del descubrimiento de la fe católica. Es una historia de conversión real, en carne y hueso, similar a los difíciles ecos de San Agustín; el tipo de historias que permanecen mucho tiempo en la memoria. Pero cuidado: Cualquiera que busque un estímulo espiritual al azar, o una rápida lectura con la que ocupar su tiempo libre, debería cerrar inmediatamente este libro. Apremiante, lo es. Conmovedor, también.
El autor no cree que se haga un servicio a la verdad cuando se revisa la fe cristiana para aprobar o dar espacio a la actividad homosexual. Al contrario, piensa que no es solo moralmente errónea, sino que es destructiva porque aleja a la persona de Dios y del auténtico bien humano. Sin embargo, al mismo tiempo, escribe con gran delicadeza, equilibrio, inteligencia y respeto hacia aquellos que intentan dar un sentido a su homosexualidad.
"El amor de Dios por todos sus hijos, no importa cuáles sean sus condicionamientos personales, nunca falla. Y el significado de la sexualidad humana y de la llamada cristiana a la castidad se dirige a todo el mundo con la misma fuerza y el mismo amor".
"Una de las mejores explicaciones y apologías de ética sexual. No solo acepta lo que la Iglesia enseña, sino que lo comprende con su corazón, como quizá únicamente alguien que ha pagado un alto precio por encontrar la verdad puede hacerlo" Charles J. Chaput, Arzobispo de Denver.