¿Vale la pena ponerse hoy a hablar de la amistad? Dentro de un generalizado aprecio de ella y de la oportunidad de su tratamiento, algunos opinan que hoy no hay tiempo para la amistad porque es otro de los grandes valores (como la convivencia familiar o la conversación) que han sucumbido ya a la ofensiva invasora de la televisión, del turismo compulsivo de nuestros días y del apego al internet de nuestros días y de nuestras noches. Otros insisten en que sobre la amistad entre hombres o entre mujeres gravita hoy una brumosa sospecha debido al auge social de la homosexualidad. Los de más allá van lógicamente más lejos culpando del decaimiento actual de la amistad al pansexualismo reinante que no acierta a entender la limpia gratuidad amistosa, ajena a cualquier compensación de otro género. En todo caso, parece claro que procede rescatar el don de la amistad de las trampas y de las hipotecas de hoy. Luego hay que echar un cuarto a espadas a favor de la amistad. Hay que protegerla del riesgo de que pase por ser una mera antigualla.
Colaboradores: Carlos Amigo Vallejo, Tarsicio de Azcona, Raúl Berzosa Martínez, Ricardo Blázquez Pérez, Eloy Bueno de la Fuente, José Antonio Carro Celada, Gonzalo del Cerro Calderón, Pedro Chico González, José M.ª Cirarda Lachiondo, M.ª Teresa Compte Grau, Francisco Contreras Molina, José M.ª Díaz Fernández , José M.ª Díaz Moreno, Carlos Díaz Hernández, Pedro Escartín Celaya, Joaquín Fernández González, Alejandro Fernández Pombo, José Román Flecha Andrés, Juan Carlos García Domene, Mª Encarnación González Rodríguez, Eduardo de la Hera Buedo, Alberto Iniesta Jiménez, Juan María Laboa, André-Mutien Leonard, Alfonso López Quintás, Felicísimo Martínez Díaz, Rosa M.ª Milla Fernández, José Molina Melgarejo, Ángel Moreno Sancho, Eugenio Nasarre Goicoechea, Joaquín L. Ortega, José T. Raga Gil, Emma-Margarita Rodríguez Arias-Valdés, Antonio Rodríguez Carmona, José Vicente Rodríguez, María Paz Rodríguez Álvarez, Josep M.ª Rovira Belloso, Mercedes Salisachs, José Sánchez Herrero, Juan Sánchez Trujillo, Fernando Sebastián Aguilar, José Francisco Serrano Oceja, M.ª Enriqueta Soriano, M.ª Victoria Treviño, Bernardo Velado Graña, Miguel Ángel Velasco.
Una y otra Pascua –la de Navidad y la de Resurrección– son los dos grandes ejes del año cristiano. Y aun de la vida cristiana, ya que en ellas se encierra cuanto hemos de creer, amar y esperar. Ambas representan el punto máximo de proximidad de Dios a la historia de los hombres. En realidad no son Pascuas, ya que Pascua significa «paso» y una y otra son el quedarse de Dios entre nosotros. En la Navidad porque se hace carne. En la de Resurrección porque triunfa definitivamente de la muerte para vivir siempre glorioso. Léanse estos monólogos y se advertirá cómo en los protagonistas de la Navidad y de la Resurrección andamos escondidos nosotros mismos. Todos llevamos encima un poco de la incredulidad de Tomás y de la ingenuidad de los pastores. Todos andamos entre la fidelidad de María y la cobardía de Pilato. Sus sentimientos son los nuestros.
Publicada con el mismo título por primera vez en: Narcea, Madrid 1982.