En el período que transcurrió desde su infancia hasta su muerte, PLATÓN (ca. 428-ca. 347 a.C.) conoció la decadencia de la grandeza ateniense, jalonada por numerosos y señalados episodios históricos que, junto con su reiterado fracaso político en Siracusa, influyeron poderosamente tanto en su actividad política como en su trabajo intelectual. LA REPÚBLICA presenta el modelo de ciudad donde domina la justicia frente al desorden, la confusión y la perversión; sin embargo, como señala Manuel Fernández-Galiano en la introducción al volumen, el diálogo no apunta a la construcción ideal de una sociedad perfecta de hombres perfectos, sino que es un «tratado de medicina política» con aplicación a los regímenes existentes en su tiempo.
Ningún diálogo de Platón (c. 427 - 347 a. C.) ha sido tan leído, estudiado y comentado a lo largo de la historia como Fedón, que no es una mera serie de preguntas y respuestas sin otro objeto que poner en evidencia el error de una teoría o la verdad de un principio, sino una composición de distinto género, en la que, en medio de los incidentes de un argumento principal, se proponen, discuten y resuelven problemas complejos, que interesan a la vez a la psicología, a la moral y a la metafísica. Obra sabia, en la que están refundidos, con profunda intención, tres objetos muy diferentes (el relato histórico, la discusión y el mito), Fedónes tan rico de contenidos, que el apelativo de sobre el alma que le dio la Antigüedad parece quedársele pequeño. Desde luego, la parte fundamental del diálogo se destina a los argumentos a favor y en contra de la inmortalidad del alma, pero el Fedón contiene, además, el esbozo de la doctrina de las ideas, toda una teoría del conocimiento, la formulación de un ideal de vida y, dando unidad a todo ello, el maravilloso relato de los últimos momentos de Sócrates. Con este diálogo, Platón pretendió dejar, cual legado, un documento de cómo el filósofo se enfrenta con el momento supremo de la existencia: la muerte
Entre la reflexión filosófica y la teoría psicológica, Platón (c. 427 - 347 a. C.) nos ofrece con el Banquete una brillante y elaborada exposición de su teoría de los afectos. El diálogo, perteneciente al período de madurez, en el que el filósofo ateniense se interesa por la esencia ontológica de diversas ideas, presenta una estructura sencilla. Con motivo de una celebración en casa de Agatón, Erixímaco propone tras la comida que cada comensal realice un discurso en honor de Eros. Este particular escenario permite a Platón analizar, en toda su magnitud y complejidad,la naturaleza caleidoscópica del Amor. A través de seis discursos que encuentran su eje en este sentimiento, el autor desmenuza sus múltiples facetas: la naturaleza divina de Eros, sus diversas formas y manifestaciones, sus designios y anhelos, o su incidencia en la vida humana. Por estas páginas desfila, en suma, la consistente doctrina del amor platónica que constituye en sí misma su exaltación. La extensa producción de Platón alcanza con el Banquete una de sus cumbres y, con ella, lo hace también el conjunto del pensamiento occidental.<br/
En los albores mismos del nacimiento de la filosofía, PLATÓN (ca. 428-ca. 347 a.C.) planteó, utilizando la dúctil forma del diálogo, buena parte de los principales problemas que han ocupado desde entonces al pensamiento filosófico. El presente volumen recoge dos diálogos platónicos fundamentales, prologados y traducidos por Luis Gil. FEDÓN aborda principalmente el tema genérico de la muerte, argumentando sobre la pre-existencia del alma con respecto al cuerpo y sobre su inmortalidad. FEDRO trata de la naturaleza del alma y en él, con la plasticidad de metáforas tan bellas como la del auriga y los caballos, Platón deja bien sentada la idea, de raíces pitagóricas, de que la propensión al bien o al mal del hombre radica en la esencia de la propia estructura del alma.
La extensa y variada obra de PLATÓN (ca. 428-ca. 347 a.C.) ofrece en EL BANQUETE un estilo y una configuración peculiares, condicionados por la elección del escenario (una conversación después de una comida) y la naturaleza del tema tratado (el amor, esencial y recurrente a lo largo de la obra platónica). Como señala Carlos García Gual en la introducción a esta edición, Platón despliega con habilidad literaria y versátil retórica un abanico de perspectivas que permite al lector advertir la complejidad de los enfoques posibles, para luego establecer, a través de la iluminada revelación de Diotima, su propia teoría, según la cual el impulso erótico se sublima en una escala dialéctica hacia esa idea de Belleza que es también el Bien.
En los albores mismos del nacimiento de la filosofía. PLATÓN planteó, utilizando la dúctil forma del diálogo, buena parte de los principales problemas que han ocupado desde entonces al pensamiento filosófico. Traducido y prologado por Óscar Martínez García, este volumen recoge tres interesantes piezas platónicas. La APOLOGÍA DE SÓCRATES constituye el hermoso relato que hace Platón del juicio y condena de su maestro en el año 399 a.C. El diálogo MENÓN trata esencialmente sobre la teoría de la reminiscencia, según la cual el conocimiento no es otra cosa que el recuerdo de experiencias anteriores. Finalmente, el CRÁTILO estudia el nexo complejo que existe entre lengua y realidad y si es posible desvelar la verdad por medio de las palabras.